Ser ciudadano implica ser miembro de pleno derecho de una determinada comunidad y la posibilidad de tener asegurado el ejercicio de sus derechos por medio de las garantías creadas por el Estado. Esto implica que cuando uno pertenece a un Estado puede tener reconocidos determinados derechos de los que no gozará fuera de ese Estado.
En un primer momento ser ciudadano era poder gozar solo de los derechos civiles y políticos, pero a medida que ha ido creciendo el campo de derechos reconocidos por efecto de los siglos de luchas (recordemos las guerras mundiales o las luchas obreras desde el siglo XIX) es que se ha ampliado el campo de la ciudadanía. Por ello decimos que el concepto de ciudadanía no es estático sino que es un proceso que se fue conformando desde el siglo XVIII hasta hoy, en tanto en ese momento comienzan a reconocerse los derechos de los individuos y hoy se siguen incorporando nuevos derechos.
En ese proceso podemos reconocer:
Ciudadanía Civil: conformada en el siglo XVIII cuando se reconocen los primeros derechos asociados a la libertad: libertad física, de palabra, de pensamiento, de religión.
Ciudadanía política: en el siglo XIX y consiste en el reconocimiento al derecho de participar en el ejercicio del poder político, a elegir y a ser elegido, al sufragio general y la participación política.
Ciudadanía Social: en el siglo XX y es el derecho a tener un nivel adecuado de vida: esto incluye educación, salud, seguridad social, al trabajo, etc.
La ciudadanía así entendida no es reconocida en igual medida por todos los Estados ni es ejercida en su dimensión real por todos los pueblos y sujetos. Por ello de acuerdo a la extensión y real vigencia de los derechos podemos hablar de una ciudadanía mas o menos inclusiva.
Debido a las profundas diferencias existentes en las condiciones de disfrute y goce de los derechos, sumado a la violación que de ellos han hecho los Estados, es que los ciudadanos siguen en constante reclamos de sus derechos.
Hasta ahora hablamos de la ciudadanía vinculada solo a derechos, es necesario incluir también la definición de ciudadanía como pertenencia a una comunidad compartida, y eso nos lleva a la dimensión de nuestra vida en común y lo que significan nuestras obligaciones en ese marco. Es que ser ciudadano a menudo se vincula solo al ejercicio de derechos, desconociendo la esfera de cumplimiento de obligaciones, que es la otra cara de un derecho y que provienen de la necesaria interconexión de la vida en sociedad.
Es importante reflexionar sobre esta idea, porque la ciudadanía tradicionalmente ha sido concebida para referirse a una dimensión de los asuntos públicos, la cosa común y no solo al aspecto individual del disfrute de derechos, Asi cuando los griegos hablaban del ciudadano pensaban en algunas personas que teniendo ciertas características, participaban de la cosa publica, votaban, discutían los asuntos de la comunidad y se comprometían con el gobierno de la ciudad.
Los griegos tenían una ciudadanía poco inclusiva, ya que era un status del que no todos los habitantes gozaban, pero nos han legado la idea de que ser ciudadano es un derecho y una obligación de participación en la vida común.
Ciudadanía, democracia y derechos humanos están íntimamente vinculados, ya que por esta forma de gobierno se posibilita que las personas puedan exigir sus derechos políticos de participación y control de las autoridades, por medio de los mecanismos especialmente creados para tal fin o por otros medios, y que además puedan luchar por una ciudadanía mas inclusiva en lo que hace a la ampliación de otros derechos.
En muchos países y específicamente en América Latina tenemos graves problemas como desigualdad social, creciente vulnerabilidad de importantes grupos sociales y exclusión social, todas cuestiones asociadas al desconocimiento de derechos sociales y a la necesidad de avanzar en la construcción de una ciudadanía social inclusiva.
Frente a ello ha surgido una creciente movilización de la ciudadanía que reclama por sus derechos y que ofrece y exige a las autoridades formas alternativas de resolución de conflictos.
Se considera que hay una tensión entre el tema de los derechos humanos y la ciudadanía, ya que si sostenemos que los derechos humanos son universales y que los Estados se obligan internacionalmente cada vez mas a su cumplimiento ¿Cómo puede ser, entonces, que en la practica los Estados diferencien entre ciudadanos y extranjeros para el real reconocimiento y aseguramiento de los derechos humanos? Asi, vemos que paralelamente a la expansión de la idea de derechos humanos, se dan leyes de ciudadanía que son cada vez mas estrictas en los países mas poderosos, delimitando claramente aquellos derechos que no tienen los no ciudadanos de sus Estados.
En el contexto actual de gran movilidad geográfica de las poblaciones, esto es hoy un verdadero problema ya que acrecienta conflictos entre los pueblos, exacerba los nacionalismos y la discriminación.
Actividades:
2) Busque en el diccionario la palabra status y explique cuando siente ud que ejerce su status de ciudadano.
3) Savater afirma que "fuera de las democracias no hay ciudadanía sino mero vasallaje". Busque la palabra "vasallaje" en el diccionario y luego reflexione en grupo sobre el siguiente video
de Savater.
4) Lea el art. 20 de la C.N. que afirma que los "extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano.."
5) Investigue en diarios o en otras fuentes, alguna de las nuevas manifestaciones ciudadanas que se presentan en la Argentina: enuncie sus características y describa sus reclamos.
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